Nueva York 2018 – Museo Historia Natural, Central Park, Top of the rock
Día 4 – Jueves 2 de agosto de 2018
Me levanté pronto para ir antes de desayunar al supermercado Target Tribeca para comprar provisiones y sobre todo agua. El día anterior nos habían cobrado 2,99 USD por una botella de agua de 1,5 l. en el Walgreen’s del Empire State y no era plan con el calor que hacía. Como referencia en el Target pagué 4,53 USD (3,33 + 1,20 de depósito) por 24 botellas de medio litro. Vale la pena comprar comida y bebida en un supermercado para tenerlos en el hotel como aprovisionamiento.
Sobre las 8 bajamos al que iba convirtiéndose en el clásico para desayunar: Zucker’s Bagels. Hoy pagamos 23,10 USD por cuatro bagels, 2 cafés con leche medianos y 2 cafés con leche con hielo medianos.
Cogimos el metro A en la estación de Chambers St. para dirigirnos al Museo de Historia Natural.
El metro te deja prácticamente en la puerta y con nuestras City Pass nos dirigimos dentro del hall al mostrador donde te dan las entradas al museo y al cine o planetario en las que te indican la hora de la proyección. Para podernos orientar en el enorme edificio es imprescindible que sigamos el plano del folleto que nos entregan junto a las entradas. El plano se puede descargar desde la web del museo que vale la pena visitar antes del viaje para hacernos una idea de lo que nos vamos a encontrar.
El museo es enorme y recorrer con detenimiento la cantidad de salas con objetos y paneles con información podría suponernos varios días de visita. Por ello hay que planificar previamente la visita y dirigirse a las salas estrella del museo: Dinosaurios, sala vida marina con la ballena a tamaño real, sala elefantes, el tronco de la secuoya gigante…
Invertimos unas 4 horas en la visita incluyendo la media hora aproximada de la proyección en el planetario Hayden y recorrimos prácticamente todas las salas. La visita al museo vale la pena y si vais con niños ya mayores seguro que disfrutarán al máximo. La proyección del planetario no destacó de otras que habíamos visto anteriormente e igual hubiéramos preferido asistir al cine Imax.
Antes de continuar con el recorrido del día, paramos a comer en el Shake Shack que hay en la parte de atrás de la manzana del museo. Estaba lleno y no había manera de conseguir mesa, por lo que decidimos pedir para llevar y comeríamos en Central Park. 3 hamburguesas, 1 perrito, 2 raciones de patatas y 4 limonadas medianas, 47,69 USD
Con nuestras bolsas nos dirigimos a Central Park y en unos bancos nos sentamos a comer tranquilamente.
Ya con el hambre calmada nos dirigimos a visitar el Edificio Dakota, el mural Imagine en Strawberry Fields y desde ahí llegamos a Bethesda Terrace. Estuvimos un rato sentados descansando ya que el calor y la humedad eran considerables.
Desde Bethesda Terrace hasta la salida del parque en la calle 59, nos costó llegar caminando tranquilamente unas dos horas. El tamaño del parque es considerable y las distancias engañan. Lástima no disponer de mucho más tiempo para disfrutar de todo el entorno y de las zonas de descanso.
Ya en la 6 avenida paramos a tomar algo fresco a un Starbucks (me parecen un timo, pero a las chicas les chiflan) y nos acercamos hasta la entrada y la recepción del hotel Hilton Towers donde nos alojamos mi mujer y yo hacía 22 años, ¡nos hacía ilusión volver a entrar!.
Hicimos fotos en la escultura LOVE, pasamos por la entrada del Radio City Music Hall y ya nos dirigimos a la entrada en la calle 50 al Top of the Rock en el Rockefeller Center.
Como ya habíamos recogido las entradas el martes para subir a las 19:30, esperamos a que llegara la hora y accedimos al edificio.
Creo que la recomendación que se da en todos los foros y blogs, de que la hora más espectacular para subir al Top of the Rock es al atardecer hizo que las dos terrazas del observatorio estuvieran abarrotadas de gente, lo que quitó atractivo a la visita. De todos modos las vistas son espectaculares y mi opinión es que mejores que las que hay desde el Empire State y tampoco pienso que a otra hora del día desmerezcan.
Agotados de caminar todo el día y de que empezaban a acumularse los días de viaje, descendimos del Top of the Rock y ya regresamos al hotel. Hoy no íbamos ni a salir a cenar. Picamos algo de las provisiones compradas por la mañana y caimos en la cama rendidos.
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